¿Qué sucede con los santos de las iglesias que, cansados de los rezos y la devoción, abandonan para siempre las esquinas públicas de sus respectivos lugares de culto?... ¿a dónde van? Luego de una seria investigación, llegamos a la cripta de la Catedral de S. María de la Asunción (siglo XIII), en Irsina (o Monte Peloso, como la llaman orgullosamente sus habitantes), en donde tuvimos la oportunidad de conocer a algunos santos jubilados (entre ellos un Jesucristo y una Virgen María sin cabello). Para satisfacer la curiosidad de nuestros lectores (ja!), he aquí el reportaje gráfico de una aventura más en esta región olvidada de Italia, llamada Basilicata.
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